Se fueron sin pagar
En proporción, los regidores tienen la misma mala fama que los diputados.
Van a las sesiones de Cabildo, levantan el dedo y firman algunas "atenciones" en un horario no establecido y con un salario más que suficiente cuando el grueso de la población sobrevive con ingresos míseros.
Son, o se supone que son, un órgano colegiado para equilibrar las decisiones municipales pero es una utopía porque llegan más comprometidos con el alcalde que con los ciudadanos.
Ayer, los ex regidores de Tampico dieron la nota "de ocho" en la zona conurbada y es que sus sucesores "destaparon" el millonario adeudo que dejaron en la pasada administración municipal.
Si, más de 2 millones de pesos que le fueron "prestados" pero que no liquidaron a la conclusión de sus funciones. En síntesis se fueron sin pagar
Prestamos hasta de 600 mil pesos en efectivo que salieron de las arcas municipales para necesidades personales de los ex ediles.
La deuda está documentada y forma parte del reporte financiero de la administración municipal de Tampico relevando el tema a la auditoría superior del estado.
El escándalo trae a colación la función de los regidores y la siempre urgencia de establecer condiciones que los obliguen a cumplir la función por la que reciben un salario por demás suficiente.
Sin obligación de trabajar y con salarios más que aceptables, ser regidor se ha convertido en un premio mayor.
El PRI, el PAN, el PRD y cualquier otro partido político premian la lealtad partidista con regidurías pero no revisan perfiles para garantizar el cumplimiento en base al compromiso ciudadano.
Es más, la mayoría llega sin saber cuál es la función propia del cargo.
En Tampico se propuso establecer horarios; Obligar a los integrantes del Cabildo a cumplir turnos pero la propuesta no prosperó.
En Matamoros funcionó la llamada pública de atención del alcalde JESUS DE LA GARZA y es que a las primeras semanas de gestión la ausencia de regidores ya era evidente.
En el arranque de obra de pavimentación en la colonia Lomas de San Juan, Chuchin exhibió la temprana indiferencia de los ediles. La reprimenda surtió efecto.
En Reynosa, los regidores fueron ejemplo de fuerza al exhibir los excesos de la alcaldesa MAKI ORTIZ y obligarla, con el código municipal en la mano, a revertir decisiones tomadas desde la ilegalidad.
En los Cabildos como en muchos otros niveles de la función pública el modo de presión se ejerce desde las discretas compensaciones y es que la aprobación de los síndicos y regidores "facilita" el liderazgo de los alcaldes.
En los actuales tiempos de competencia electoral todo suma o todo resta, el saldo es inevitable.
Valdría la pena retomar aquella añeja iniciativa de elegir a los integrantes del Cabildo de manera independiente y no dejar la propuesta a decisión de cada partido político.
maribelvillarreal@hotmail.es
Maribel Villarreal
Periodista en Matamoros, Tamaulipas
Es jefa de información en WRadio
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